Yo tengo es la clasificación biorrítmica que lo define. No hay que dejarse engañar, bajo su apariencia tranquila e inocente, su aparente suavidad es solo un arma para conseguir sus propósitos.
Sus principales debilidades son la obstinación, testarudez y cierta tendencia a la apatía.
Un Tauro enojado es de temer, sus arranques de cólera son violentos, si uno confía en su honor jamás se defraudará, pero no discuta con él, cuando se obstina pocas razones lo convencen.
Conviene resaltar que abomina la mediocridad, de allí que siempre se empeñe por crecer y guardar, los bienes materiales son muy importantes para él, y es que Venus su planeta regente lo vuelve hedonista por naturaleza.
Hacer caso en sus consejos o sugerencias es bueno, ya que se trata de un nativo con cualidades predicativas.
Aunque es atrayente en la adolescencia, se puede hablar de rasgos verdaderamente cautivantes a partir de los treinta años, lapso en el que su contextura física y mental reúnen su plenitud.
Cuerpo formado, rostro amplio, ojos llamativos, mirada profunda y cuello grande son algunas de sus facciones inconfundibles.
A los hombres nacidos bajo el signo de Tauro el tiempo no les quita prestancia sino que por el contrario le infunden seducción.
A quien no lo conozca bien le resulta difícil comprenderlo. Pero si es una mujer que gusta de este nativo seguramente se estremecerá si él posa los ojos en usted, puede tener la certeza de que no solamente es atrayente y deseable sino que también es encantadora, ya que ninguna superficialidad consigue impresionarlo.